Por supuesto esa no es la cueva, a la que vamos es mas fea, pero muchismo mas fea.
Carretón
P.D.: llevar vuestras pelucas rubias y los carretones.
Saludos montañeros.
Ruta por las Peñas de Béjar 06/04/08
Estando yo como un día de tantos conectado al messenger y mirando la página del 20minutos me dice el Josema, Antonio ve preparando una rutilla para este sábado que hagamos algo de ejercicio y no estemos toda la tarde de bares y pegando cochazos por el pueblo. Pues enseguida me pongo a prepararla y ya de paso pensando en que nos sirva de entrenamiento para la próxima travesía de orientación, en la que nos presentamos como últimos ganadores y futuros ganadores otra vez, aunque con el litro de bebida dopante que llevamos (cafenis: café con anís del mono) para que pijo vamos a necesitar entrenar, ¡vamos digo yo!.
El sábado me presento a las 3.30 de la tarde en la puerta del Josema y nos vamos a tomarnos el típico café al Kuatro (el bar del Tengo, y antes también del Rádar) y de ahí nos vamos para las Peñas de Béjar, pasando por el mercadona ha comprar pilas de las baratas, de esas que no duran nada, y agua, por supuesto de la barata, para que vamos a comprar Lanjarón.
Empezando la ruta
Bueno llegamos al punto de salida y con duro tiempo con viento de levante y con 65 nudos así a ojo, como dijo Federico Trillo cuando lo de perejil, nos ponemos en camino. Después de una ratujo andando empiezan las duras rampas a “traviesabancal” donde decidimos parar a descansar y a echarnos unas fotos, echamos otra vez a andar y tras otro ratujo veo un agujero en la tierra entre unas piedra, me tiro al suelo y ahí que me meto a ver lo que hay sin pensármelo pero estaba oscuro, tras asustarme el Josema diciéndome que me podía salir un jabalí me salgo, así que volveré con la linterna otro día.
Seguimos nuestro camino y tras unos minutos llegamos casi a la punta arriba donde paramos para ponernos nuestras pelucas rubias de pelo natural y subimos a la cima donde el viento era endiablado, por decir algo, lo que hacia que nuestro rubio pelo al moverse pareciera mas natural de lo que era. Nos echamos las típicas fotos haciendo el tonto en la punta arriba y otra vez “pabajo”, como no a “traviesabancal” y saltando caballones, de repente nos encontramos unos zagales merendando galletas y batidos metidos en un barranco, raro pero cierto; de ahí al coche nos faltaba nada.
Llegando a la "punta arriba"
En la "punta arriba" (cima)
Después de pegarle un lavado al coche nos vamos para Kuatro, si, ese bar del Tengo que antes llevaba el Rádar también, y nos ponemos a beber cerveza para recuperar fuerzas y hacer que el ejercicio que hemos hecho no nos haya valido “paná”, pero bueno como yo digo “si un día en el monte no se termina en un bar no voy”.
Recorrido
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